La ciudad de San Francisco, no debe haber dudas para quienes tenemos la suerte de haberla visitado, es una ciudad muy especial. Yo creo que es la Nueva York de la costa oeste. Es una ciudad hermosa, con onda, sofisticada y de alto nivel en casi todo: el estilo de su gente, su arquitectura, sus vistas, el mítico Golden Gate, sus calles empinadas, la geografía impactante que la rodea… y también sus hamburguesas.
Me vine acá con tres nombres anotados, uno de ellos era Super Duper pero de los tres era el que menos me interesaba y sin embargo fue el primero que visité y fue sorprendente! Repito lo del párrafo anterior, esta ciudad es sofisticada y una hamburguesa “creada” aquí no puede ser así nomás. Comí una hamburguesa doble “común”, la pedí como viene y solo le agregué queso y bacon. Pero estaba exquisita.
Era jugosa y todo en la medida justa: los dos pattys ni muy gruesos ni muy finos, de buena carne y con un gran sabor a parrilla. La lechuga, una sola hoja, perfecto. El bacon crujiente como debe ser. El queso era queso, no plástico. Además traía cebolla caramelizada. El pan levemente tostado y esponjoso. En serio, no se me ocurre nada para criticarle.
Comparada con otras franquicias yanquis es cara, el combo de la doble sale $12 dólares y hay que pagar aparte el queso y el bacon, mínimo se gantan unos $15 dólares. Pero vale cada centavo y hay que considerar que nada es barato en San Francisco. Una ciudad tan exclusiva tiene su precio y más considerando que este local estaba a 200 metros de Union Square una zona donde el metro cuadrado debe tener un precio totalmente desquiciado.
Las papas fritas estaban riquísimas, las pedí con ajo y queso. Supuestamente el menú dice cheddar, para mí era otro queso más tipo parmesano. Lo que seguro puedo decir es que el queso tenía un sabor muy intenso, era queso real como el de una buena picada casera y no lo que uno lamentablemente está acostumbrado a recibir como queso en un fast food.
El local era muy lindo, como todo en esta ciudad y había mucha gente, hacían cola de hecho. No había WiFi pero aún sentado dentro se podía enganchar el Wifi gratis municipal que hay varias zonas de la ciudad y a pesar de la baja señal el whatsapp andaba bastante bien.
Me encantó un detalle, te dan un vaso de vidrio para la gaseosa, primera vez que me pasa eso en un burger joint y es para festejarlo. Yo siempre digo que tomar gaseosa en vaso de vidrio le cambia el sabor. Era como estar tomando en mi casa! Obviamente los refills eran libres.
En el menú hay bastante variedad, hay cosas de pollo, hay veggies, ensaladas, desayunos y postres. Hay algunos toppings con cargo para agregarle al sándwich como por ejemplo hongos portobello, palta, huevo frito, jalapeños, etc. La mayonesa es casera, se nota y es demasiado rica!
Es una cadena nacida en San Francisco y tiene el estilo acorde a la ciudad. Empezaron en el 2010 y ya hay unos cuantos locales y hay varios por abrir. Bien por ellos! Da placer ver que hay este tipo de ofertas de nivel.
4 Comentarios
cada vez más convencida, San Francisco alla voy!!! 🙂
No lo dudes, esa ciudad es espectacular!