París Burger : Microcentro, Buenos Aires

En el año 2007 tuve la suerte de ir aunque solo por 3 días a París, la “ciudad de la luz” y me sorprendió por su belleza y su romanticismo. Tiene algo muy especial recorrerla. Fui con mi papá y completamos el mini-trip con otros 3 días en Londres. A París me prometí que algún día volvería en pareja, es uno de los pendientes de viajero que aún tengo (entre otros). Van 9 años ya y todavía no se dio pero ya va a llegar. Lo que si pude concretar, gracias al cielo! es probar de nuevo un poquito de esa hermosa ciudad yendo a comer las exquisiteces del chef Christ en París Burger, en el centro de nuestra querida Buenos Aires.

Yo ya sabía que este lugar era uno de los buenos porque tenía varias referencias realmente muy positivas tanto de amigos, de seguidores y de algún otro entendido de las hamburguesas. Pero igualmente este pequeño local, casi podríamos decir que demasiado pequeño, superó ampliamente mis expectativas en cuanto a la gastronómico. El local la verdad es demasiado precario, hay que ir teniendo en cuenta eso. Si no me falla la memoria hay solo 5 o 6 banquetas para sentarse, uno come frente a la plancha y a la mesada donde se preparan las hamburguesas y no tiene baño, al menos ahí a la vista.

Todo parece indicar que es un negocio familiar ya que no solo su creador es francés, el chef Christ, sino que las otras dos personas que había atendiendo también lo eran. Y lo importante es que a pesar de alguna diferencia idiomática nos atendieron realmente muy bien, con mucha dedicación. Christ incluso se acerca y charla unas palabras con cada cliente y se interesa por saber si la comida estaba buena. Lo hizo con nosotros y también lo hizo con otros dos amigos que estaban comiendo al lado nuestro. Un detalle: cuando estos dos amigos entraron nosotros ya estábamos comiendo y uno le dijo al otro “acá vas a comer la mejor hamburguesa de Bs. As…”

El mismo día que fui uno de mis seguidores más hamburgueseros, @optimusbear, me hizo un comentario muy cierto. Me dijo que las hamburguesas de París Burger tienen un estilo propio, o dicho de otra manera nos ofrecen algunas oportunidades inéditas para la oferta local. La primera que van a notar mirando el menú es que las diferentes hamburguesas (que son un montón) tienen al menos 9, si NUEVE, opciones de quesos distintos. Obvio, los franceses y el buen queso van siempre de la mano.

Además el estilo propio consiste principalmente en aderezar cada hamburguesa con alguna salsa o preparación bien gourmet, con ingredientes más de restaurante que de hamburguesería. Estas preparaciones son las que están en cada uno de esos recipientes sobre la mesada del chef. Son los recipientes mágicos, jeje.

Y por último algo que me parece también único en su rubro es que en París uno puede sentarse a comer una hamburguesa hecha delante nuestro, por el mismo dueño del local y que además es chef. Dudo mucho que esto se repita en otros lugares más grandes. Para mí no es ninguna locura decir que se trata de un verdadero Bistró de Hamburguesas…

Bueno vamos al morfi: pedimos dos… primero la “Le Lyonnais” porque me tentaron sus ingredientes y porque era la que se ofrecía con la opción de doble patty. Esta trae cheddar, bacon y cebolla caramelizada, o sea que hasta ahí es una burger bastante yanqui pero el toque propio se lo dan con una mostaza de finas hierbas que viene en buena cantidad y le cambia por completo la personalidad a este sándwich. La otra que pedimos fue una “Notre Dame” pero en vez de bacon la pedimos con lomito y el toque mágico se lo aportó una preparación de hongos realmente exquisita.

Las hamburguesas son de 200gr de carne y claramente fue una locura pedirme la doble. Estuve a punto de rendirme antes de terminarla pero finalmente gané la batalla! El pan es excelente, esponjoso y tostado en su interior. Otra cosa esperable siendo un lugar francés, no? El bacon de mi sándwich era bien abundante y tostado, no llegaba a estar del todo crocante pero estaba bien hecho. Vean las fotos de la doble, van a ver que es realmente porno y chorrea cosas por todos lados. Uno hace un verdadero enchastre al comerla, algo que después se complica al no tener un baño bien a mano para lavarse las manos.

Las papas fritas también estuvieron en un nivel excelente. Exquisitas aunque un poco aceitosas. No se que será pero algo tienen, algun condimento extra, algo de magia también hay en ellas. La porción sale solo $20 y es de un tamaño perfecto para acompañar una hamburguesa, sobre todo al mediodía porque vale la pena recordar que este lugar, por la zona dónde se encuentra, abre solo para la hora del almuerzo y de lunes a viernes.

No hay postres pero si hay unas salsas caseras muy ricas por $10 cada una. Nosotros pedimos una Canut y una Napo, muy buenas ambas. Hay cervezas y limonadas… y la hamburguesa estaba tan rica que no le quise poner nada, ni kétchup, ni mayonesa, ni nada… solo usé un poco de kétchup para las papas. Me dijeron que no se puede modificar mucho lo que hay en el menú, solo se puede sacar o cambiar algo puntual si es porque a uno no le gusta. Pero no es “armala como quieras”.

Respecto a los precios hay que decir que son muy convenientes, se puede comer facilmente por $130 o $140. Obviamente no hace falta aclarar que me pareció super recomendable y que ya estoy ansioso por volver. Las hamburguesas son de lo más exquisito que he probado y verdaderamente tienen su toque personal. La atención es amorosa y lo único que hay que tener en cuenta para los mañosos y exigentes es que el local es realmente muy chico y básico, es probable que tengan que esperar para entrar porque se llena muy fácil y solo aceptan efectivo.

Me gustó: todos los sabores fueron exquisitos; la gran variedad de quesos; el tamaño de las hamburguesas; las papas fritas excelentes.

No me gustó: nada que tenga que ver con la comida desde ya; obvio que el lugar sea más cómodo sería mucho mejor.

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